Consultor del Comité Ecuménico, el Rev. Wilbert Van Saane: Fuimos capaces de sentir el amor de Jesús a través de esta tragedia y las dificultades

FOTO: Rev. Wilbert Van Saane

El texto original fue publicado en MECC del 6 de noviembre de 2020. Traducción y publicación por Maronitas.org con la autorización expresa y petición de The Middle East Council of Churches

Tras la explosión de Beirut, el Consejo de Iglesias del Oriente Medio solicitó un Comité Ecuménico para ayudar a la más amplia variedad de personas afectadas, y formó un equipo de responsables en el Consejo y de representantes de las iglesias miembros en Beirut.

Para arrojar luz sobre esta labor de socorro sobre el terreno, el Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas se reunió con el consultor del Comité, el Rev. Wilbert Van Saane, miembro de la Iglesia holandesa, representante de Kerk in Actie, y profesor de la Escuela Evangélica de Teología de Beirut.

Con sinceros sentimientos, el reverendo Wilbert expresó su dolor y su pesar por los daños materiales y psicológicos que afectaron a los libaneses, especialmente a los ciudadanos de Beirut. Explicó la naturaleza de su papel en este Comité, señalando la labor humanitaria y de socorro llevada a cabo por la Iglesia Evangélica en el Líbano y en los Países Bajos.

Usted es un consultor en el Comité Ecuménico de Beirut, ¿cuál es precisamente su papel? 

Soy un pastor holandés, así que veo mi papel más bien como apoyo. En el Comité Ecuménico he tratado de ayudar, un poco, con la comunicación.

Creo que hay muchas Iglesias protestantes, Iglesias evangélicas que están involucradas en el trabajo de ayuda sobre el terreno, en la reconstrucción sobre el terreno, que se ocupan de las familias de las iglesias que han sido afectadas, y lo que yo hago es apoyar en la parte de atrás.

Cómo está usted apoyando?

Después de la explosión, sentí que era mi papel como ministro protestante y como parte del movimiento ecuménico aquí, comunicarme con mi Iglesia en los Países Bajos y con las Iglesias en otros lugares, como Bélgica, y con los medios de comunicación de estos países y explicar lo que sucedió. Por lo tanto, estuve mucho en el teléfono con los medios de comunicación de estos países para informarles de lo que pasó y para informarles sobre lo que las Iglesias aquí están haciendo. Así que ese fue mi papel en un principio.

Cuál fue la influencia de su papel en la comunicación?

Creo que ayudó a mi gente en Europa y en mi país en particular (Holanda), a ser consciente de lo que estaba pasando aquí. Les ayudaba, sin duda, ver el enorme impacto de la explosión en las vidas de las personas a través de imágenes en sus pantallas, y con eso se daban cuenta de que era terrible, pero, a pesar de ello, creo que hay pequeñas historias que necesitaban ser contadas. Y aproveché la oportunidad para contar algunas de las historias de las familias que conocíamos, algunas de las familias cristianas de las zonas afectadas.

Cómo fue la naturaleza del apoyo del pueblo holandés?

 Creo que la respuesta fue rápida y muy compasiva y, personalmente, me conmovió mucho (…).

Pero me sentí tan feliz y tan humilde. Inmediatamente dijeron que íbamos a abrir una cuenta bancaria especial para que la gente pudiera donar y ni siquiera habían preguntado a las Iglesias aquí todavía, pero dijeron que sabían que había una necesidad e iban a tratar de colectar el dinero y el apoyo tan pronto como pudieran. No sólo las Iglesias en Holanda, sino también la Sociedad común, la organización de ayuda y socorro, han usado los mayores instrumentos que tienen para Beirut, sólo una vez en unos pocos años lo han usado. A veces, cuando hay un terremoto o un tsunami lo usan. La última vez que lo usaron fue en el desastre de Indonesia, ahora dicen que querían usarlo para Beirut porque podían ver que era un desastre que está más allá de todas las proporciones y por eso recaudaron, creo, más de 10 millones de euros, no estoy seguro del número; tengo que comprobarlo. Son millones de euros.

No todo esto llega a la iglesia, por supuesto, la mayor parte va a la organización general de socorro. Mi Iglesia siempre dijo que está bien que participemos en esto, pero también queremos apoyar a nuestras Iglesias asociadas aquí en el Medio Oriente, en Beirut.

Fue a través de la MECC?

 No, la mayor parte no, pero estoy ilustrando que la respuesta en los Países Bajos fue conmovedora, incluso en las iglesias.

Como Kerk in Actie, ustedes están apoyando a través de la MECC, mediante este Comité Ecuménico?

 Ellos creen en el trabajo ecuménico por lo que siempre les gusta involucrar al Consejo de Iglesias del Oriente Medio, también porque saben que el MECC está aquí y conocen las Iglesias mejor que ellos, por eso les gusta involucrarlos en muchos de sus trabajos.

Usted tuvo una experiencia en la preparación de un corto documental de la Explosión de Beirut, ¿cómo puede describir su experiencia?

Creo que fue muy conmovedor visitar a las familias en sus casas, ver lo que han pasado y escuchar sus testimonios. Un profundo impacto en personas de todas las edades, ancianos de mediana edad y también niños. Y fue maravilloso ver que la Iglesia estuvo a su lado, que los sacerdotes y obispos vinieron a los hogares o llamaron para ver a sus feligreses. Y escuchar a la gente de las Iglesias decir que su sacerdote, su parroquia,  su obispo, no los defraudó en estos tiempos difíciles. Y creo que es un maravilloso testimonio del amor de Jesús. En el trabajo y en medio de este desastre, creo que a veces en las crisis vemos el amor de Dios más claramente. Creo que hacer este documental me ayudó a verlo de nuevo.

Actualmente está trabajando con la Iglesia Evangélica. ¿Cuál es el papel en el que se vieron afectados?

La Iglesia Evangélica está haciendo algo que las otras iglesias están haciendo, que es ayudar a los que necesitan comida, a los que necesitan ropa, a los que necesitan ayuda para la reconstrucción. Por supuesto, los evangélicos son una pequeña comunidad en el Líbano con medios limitados. Así que estamos haciendo lo que podemos, y con la ayuda de socios. Algunas de las Iglesias Evangélicas se vieron afectadas, como las Iglesias Evangélicas Armenias en Achrafieh y su escuela, la Iglesia Evangélica Nacional en el centro de la ciudad y otras iglesias. Hay algunos daños serios allí, pero como las otras iglesias, dijimos que ayudaríamos a la gente primero y luego a nuestros edificios. Y ahora estamos llegando a una etapa en la que estamos restaurando los edificios tanto como podemos.

Y apoyaron a las familias afectadas?

Sí, por supuesto, y seguimos haciéndolo porque el desafío no ha desaparecido.

Quiero dar crédito a Rima mi esposa porque ella está coordinando a las Iglesias Evangélicas y hace mucho más trabajo que yo. Creo que ella ve que hay una necesidad continua con la crisis económica. La gente no puede permitirse lo que podía permitirse en el pasado, y simplemente no tienen suficiente para llegar a fin de mes. Y los precios de los alimentos son altos, no queremos que esto suceda, pero los alimentos son una necesidad continua. Llegaron muchos paquetes de comida, dijimos que está bien, ahora tenemos suficientes paquetes de comida pero en unos pocos meses, la gente todavía sentirá eso: “No puedo comprar la comida para mi familia que quiero comprar”. Así que a largo plazo necesitaremos que la economía se recupere y que la gente tenga trabajos bien remunerados y en buenas condiciones.

Tal vez el dinero en efectivo puede apoyarlos más, ¿de esta manera pueden comprar lo que necesiten?

Sí, creo que las Iglesias se están volviendo inteligentes en esto

Hay una necesidad continua de apoyo, a largo plazo creo que lo mejor es que la gente se ayude a sí misma para tener trabajos dignos.

Crees que la fase 2 de esta ayuda pueda proporcionarles muebles?

Vemos una necesidad real en el apoyo a las escuelas. Las escuelas evangélicas de Beirut están en una situación difícil, pues son todas privadas y los padres no pueden pagar las colegiaturas. Necesitamos apoyar a las familias para que mantengan a sus hijos en la escuela. Porque la perspectiva de tener una generación que no pueda ir a la escuela, o no pueda obtener una buena escolaridad es una perspectiva terrible. Apoyar a las escuelas es una gran cosa, porque esto ayuda a las escuelas a pagar a sus profesores, ayuda a las familias a mantener a los niños en la escuela, ayuda a los niños a prepararse para un futuro mejor para nuestro país. Y los padres pueden trabajar al mismo tiempo.

Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas

Translation Source: Maronitas.org